Dra. Geysa Flores

Tengo más de 20 años de experiencia clínica y me especializo en trabajar con adolescentes y adultos que se sienten desenfocados, estresados, y con poca felizidad en sus vidas.

Me crie en la comunidad cubanoamericana del sur de la Florida, donde hablaba español en el hogar y usaba el inglés en la escuela y con amigos. En este contexto, aprendí de primera mano las dificultades que enfrentan familias al adaptarse a una forma de vida nueva después de emigrar a los Estados Unidos.

Siempre fui muy enfocada en mis estudios u obtuve una beca para asistir a la Universidad de Miami. Durante mi juventud me interesaba la conducta humana y quería comprender porque las personas hacen lo que hacen. Al estudiar psicología, me encante aprendiendo sobre la resiliencia ante la adversidad y el poder del espíritu humano.

Continué mis estudios y obtuve un doctorado en Psicología Clínica en la Universidad de Toledo. Allí obtuve un conocimiento más directo sobre la experiencia de las minorías y me apasionó trabajar con comunidades de bajos recursos o con pocos derechos. Esto me llevó a desarrollar un interés en la delincuencia juvenil y completé un Programa posdoctoral de la Ley y Psiquiatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts.

Luego obtuve mi licencia como psicóloga en Massachusetts en 2004, trabajando primariamente con niños y las familias involucradas con agencias estatales. Me especialicé en trabajar con niños y adolescentes afectados por algún trauma y que demostraban problemas graves con sus emociones y comportamiento. A pesar de ser reconocida como una experta en temas del desarrollo infantil y los principios de crianza, no fue hasta que tuve mis propios hijos que desarrollé una verdadera comprensión de la alegría y los desafíos interminables de ayudar a los niños a prosperar.

Después me mudé a Georgia, y en 2013 comencé a construir mi propia práctica privada. Hoy me enfoco en ayudar a padres y adolescentes abrumados y distraídos, que luchan con las demandas de la vida moderna, a transformar el caos a calma y a que recuperen la alegría en todos los días de sus vidas.